El artista gráfico Ryan Mauskopf nos ofrece en su página unas graciosas interpretaciones modernas de algunos mitos griegos. He aquí su trabajo:
La barca de Caronte, que lleva las almas de los muertos al reino de Hades atravesando el Aqueronte, es sorprendida por el guardacostas. Para que las ánimas fueran conducidos a la otra orilla, y no permanecieran como almas en pena toda la eternidad, sus familiares y amigos debían colocar una moneda bajo su lengua, un óbolo, como si dijéramos un céntimo, para pagar el pasaje al barquero por la travesía. Imagináos el tesoro que ha cosechado el rico Caronte a lo largo de la Historia cobrando a cada pasajero esa módica cantidad. Con la cantidad de muertos que ha habido, se habrá hecho multimillonario.
Aquí tenemos al cíclope Polifemo en un cine con gafas tridimensionales; los espectadores que le rodean son las ovejas de su rebaño. Bajo las gafas del gigante, su único ojo. Polifemo vivía en una pequeña isla, donde se dedicaba al pastoreo de cabras y ovejas. Después de comerse a algunos de los tripulantes de Ulises que recalaron en ella, fue cegado por éste, que le emborrachó y clavó una estaca en el ojo. Cuando el cíclope, ciego, le preguntó cuál era su nombre, el astuto Ulises le respondió que Nadie, de forma que al pedir ayuda a sus hermanos los cíclopes, gritando "Nadie me ha dejado ciego", "Nadie se ha burlado de mí" y cosas por el estilo, no le hicieron caso.
Ícaro y el jumbo jet. Ícaro fue encerrado en el Laberinto con su padre Dédalo, que lo había construido para encerrar allí al Minotauro. Para salir de él, Dédalo construyó unas alas que, aplicadas a sus brazos, les permitirían volar a padre e hijo. Durante el vuelo, Ícaro fue tan temerario que se acercó demasiado al Sol, que derritió la cera que unía las plumas de las alas, e hizo que cayera al mar y muriera ahogado. En este caso, lo vemos aproximarse peligrosamente al jumbo jet de Minos Air...
El menú de Crono. Ryan Mauskopf nos presenta al terribe Saturno-devorando-a-uno-de-sus-hijos, el exquisito bebé que "está para comérselo" literalmente, como si se tratara de un "bon vivant" en un restaurante no precisamente vegetariano. Una profecía le había predicho al dios que sería destronado por uno de sus hijos, por lo que los iba devorando a medida que nacían. Así había hecho con Hestia, Deméter, Hera, Plutón o sea Hades y Posidón, pero cuando nació Zeus, su madre, irritada porque se veía privada de todos sus hijos, le dio una piedra envuelta en pañales, que se tragó sin percatarse del engaño. Cuando Zeus creció, le suministró una pócima que le forzó a devolver a todos los hermanos que había comido vivos. Estos se unieron a Zeus y destronaron al tirano, cumpliéndose la vieja profecía y repartiéndose el mundo los tres hermanos varones: Zeus se quedaría con el aire, Posidón con el mar y Hades con la tierra y el mundo subterráneo.
Medusa visita al oftalmólogo para graduarse la vista y, como era de esperar, lo deja de piedra, pues era tal la fuerza de su mirada que petrificaba todo aquello que se le ponía por delante de los ojos.
Tritón ha caído en la red. Tritón era el hijo de Posidón, el díos del mar, y era un ser híbrido de hombre, caballo y delfín. Parece que un peligro mayor que la red de los pescadores le acecha en el fondo del mar...
El Can Cerbero de los Hooligans Hillbillys. Cérbero era el perro guardián, caracterizado por sus tres cabezas, del reino de los infiernos de Hades: ni dejaba entrar a los vivos en los dominios de sus soberanos, el temible Hades, o sea Plutón, y su esposa a tiempo parcial Perséfone, ni dejaba salir a las almas de los difuntos encerradas en él.
Hermes perseguido por la policía. Hermes, hijo de Zeus y de Maya, será el rápido y alado mensajero de los dioses. Era también el dios del comercio y también del robo, por lo que Ryan Mauskopf lo presenta huyendo de la policía.
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