domingo, 27 de febrero de 2011

Electra

Ahora damos paso a la tragedia. Nos ponemos serios porque vamos a asistir a un drama de pasiones desenfrenadas, muerte y venganza. La obra de Sófocles gira en torno a la obsesión de Electra por vengar la muerte de su padre, Agamenón, ejecutado a su regreso de la guerra de Troya por su propia esposa Clitemnestra y su amante Egisto. No fue Clitemnestra fiel a su marido ausente, como aquella otra reina, Penélope, que esperó durante veinte años el retorno del guerrero tejiendo por el día y destejiendo por la noche un tapiz para engañar a sus muchos pretendientes…

(Así reflejó Frederic Leighton el dolor y luto de Electra ante la tumba de su padre asesinado)


El asesinato se consumó cuando Agamenón regresaba a Micenas triunfante de la guerra de Troya y victorioso. Electra, que amaba a su padre Agamenón, nunca le perdonará a su madre este sangriento crimen. La obra trata, pues, de la venganza. Electra busca para ello el apoyo de su hermano Orestes y su fiel amigo Pílades; en tanto su hermana Crisótemis trata inútilmente de disuadirla de semejante obsesión.


Se ha querido ver en este amor de la hija hacia el padre y aborrecimiento hacia la figura materna el contrapunto femenino del complejo de Edipo. Ya lo apuntó el propio Sigmund Freud, que dejó esbozado así el complejo de Electra.


En una de las escenas más patéticas de la obra, Clitemnestra trata de explicarle a su hija Electra, a fin de ganarse su comprensión, por qué ella y su amante Egisto han matado a Agamenón: el glorioso rey hacía diez años no había tenido ningún empacho en sacrificar a su otra hija Ifigenia, hermana de Electra, para congraciarse con los dioses y poder zarpar a Troya. Clitemnestra nunca le perdonó a su marido, al que por otra parte no hace falta decir que no amaba demasiado, que hubiera inmolado a su propia hija en aras de su gloria personal en la guerra. No iba a ser ella, pues, una reina fiel como Penélope.


(La figura de la izquierda que se cubre el rostro del dolor que siente por el sacrificio de su hija Ifigenia es Agamenón)

Pero Electra es implacable. Convence a Orestes y a Pílades para que sean su brazo ejecutor. La muerte de Clitemnestra ocurre primero. Luego se aproxima Egisto, que entra, en el palacio ensangrentado donde va a correr la misma suerte que la reina.


Estamos ante una cadena interminable de crímenes y venganzas que provocan otros crímenes y nuevas venganzas, tan real como la vida misma. Lo que vio Sófocles, hace más de dos mil años, lo podemos seguir viendo todavía hoy en las noticias de los periódicos y telediarios. Cambian los escenarios y los tiempos, cambian los nombres propios de los personajes, pero la naturaleza humana es la misma.


Ahora os toca leer la obra a vosotros, antes de la representación, que será el día 22 de marzo. ¿Qué os ha parecido? ¿Qué podéis decir a propósito de Electra y de sus motivos?

(Orestes, tras el asesinato de su madre, perseguido por las Furias que personifican los remordimientos de conciencia)