Casi todo lo que estudias en el instituto son palabras griegas. Esas palabras raras, que parecen todas iguales, tan difíciles a veces y tan esdrújulas, tan científicas de los libros de texto y que utilizan los profesores cada dos por tres en sus clases son vocablos griegos, como griegas son las letras de nuestro abecedario con que se escriben, letras que los romanos tomaron de los griegos (y los griegos, a su vez, de los fenicios), por eso nuestro abecedario es un alfabeto en realidad. Y es que seguimos hablando y escribiendo griego sin darnos cuenta.Y si nos empecinamos en no darnos cuenta resultaremos, inevitablemente, unos an-alfabetos.
Quizá convenga saberlo, quizá convenga recordarlo, quizá convenga tenerlo en cuenta, ahora que nos amenazan desde arriba, de donde no puede venir nada bueno, con una nueva reforma del sistema educativo, otra más, que, por lo pronto, conlleva la desaparición de la Cultura Clásica en la ESO y del Griego en el Bachillerato. Una pena. Ya decía Menéndez Pelayo que algo tenían en común en España los liberales y los conservadores y era lo único en lo que coincidían: la hostilidad al griego. Una pena.
He aquí dos preciosos carteles tomados del blog Didáskalos que nos recuerdan la impronta y la importancia del griego.
Me han gustado mucho los carteles en griego que habéis puesto en el instituto. Os felicito, a los alumnos y a ti, y os agradezco, como persona que "habla griego" sin saberlo, una iniciativa tan bonita.
ResponderEliminar